Homosexualidad en la adolescencia

Antes de obtener la madurez sexual física la identidad sexual no está
completamente establecida; de hecho, existe un movimiento o identidad sexual
ambigua (que está dentro de los límites sociales normales como la norma).
Esto suele ser más aparente en las chicas que en los chicos. Las experiencias
de maduración normales después de la pubertad estimulan los procesos de
integración. Este impulso en la dirección de una identidad sexual dada puede
perderse debido a los factores precedentes. Esto puede conducir a una crisis
de identidad (con marcada ansiedad y depresión) y/o confusión de identidad.
Por ejemplo, un chico con esta experiencia en la pubertad puede tener un
sentimiento de aislamiento y heridas narcisistas, que pueden conducirle a la
formación de una orientación homosexual identificándose con un homosexual
masculino que funciona como ideal del yo masculino. (Blos, 1979)
Además del significativo esfuerzo de crecimiento físico que ha tenido lugar,
estos jovenzuelos se habrán unido de forma creciente unos a otros en deportes
de grupo más avanzados. También están formando una fuerte identificación
con modelos masculinos, no sólo en sus familias sino en los deportes y otros
contactos directos e indirectos. La identificación con estos modelos es
importante para su seguridad, su autoestima y el establecimiento de su
identidad como varones.
Las chicas de estas edades son más maduras tanto fisiológica como
psicológica además de neurológicamente que los chicos. Ellas tienden a tener
una unión más segura unas con otras además de con los modelos femeninos.
En las familias y sociedades que tienen una actitud más positiva hacia las
mujeres están en una posición más estable que sus contrapartidas masculinas.
Si las familias y la sociedad tienden a denigrar a las mujeres, entonces se
introducen en un periodo de mayor estrés.

Este es el momento en la vida tanto de los chicos como de las chicas en que
entran en el desorden que se conoce como periodo secundario de Edipo. Justo
como en la primera experiencia de Edipo, la solución implica una identificación
homosexual con un padre (o sustituto) del mismo sexo. La identificación
requiere un sentimiento de amor (afecto) hacia ese individuo.
PUBERTAD (EDADES DE 12 A 14)
Este periodo de tiempo tiene más desorden interno que cualquier otro periodo
de
tiempo entre los 10 y los 20 años de edad. Los posteriores adolescentes
pueden demostrar más desorden y fricción verdadera con la sociedad pero el
desorden interno es menor. El joven varón está tratando con las inseguridades
del despertar sexual, el funcionamiento sexual social, incremento de la
identificación con los modelos masculinos y dejando los lazos homosexuales
inconscientes. Las dificultades en este periodo que previenen esta resolución
pueden conducir a repercusiones que pueden tardar años en abrirse paso.
Si asumimos una reacción positiva normal de la familia y la sociedad a las
mujeres, entonces estas chicas pasarán esta etapa de la vida bastante bien.
Normalmente estarán en una relación positiva intensa con su madre (o
sustituta); con la seguridad de expresiones hostiles en conflicto expresadas de
forma repetida que es de corta duración (normalmente duran sólo minutos). El
afecto abierto entre chicas es considerado un atributo normal positivo; mientras
que en los varones se suele considerar afeminado, débil y no masculino. Así es
más fácil para una chica en la pubertad mantener sentimientos afectivos
homosexuales y todavía verse como que llega a ser una mujer heterosexual
madura sexualmente.
ADOLESCENCIA (EDADES DE 14 A 16)
Este es el momento de la práctica. A pesar de lo inseguros que se encuentran,
normalmente saben qué quieren ser. Cualquier cosa que distorsione sus
identificaciones normales (modelos), las percepciones sociales/psicológicas de
las mujeres y la estabilidad en su familia pueden tener usualmente efectos
conflictivos en sus desarrollo durante los siguientes años. Es normal tener
fricción entre el adolescente y el padre (o sustituto) de corta duración. Si no es
seguro hacer esto en casa, el próximo lugar más seguro será el colegio. Si no
es seguro allí, será exteriorizado a la sociedad. Aunque los contactos
homosexuales entre chicas son tratados como normales en este periodo, los
varones pueden verlo en una luz diferente. Además, si el varón llega a
asustarse de estas respuestas agresivas/de fricción, pueden girar
defensivamente a la orientación homosexual incrementada como medida
protectora.
DIAGNÓSTICO DE PROBLEMAS DE HOMOSEXUALIDAD
1. La ausencia total de masturbación o comienzo tardío de masturbación sin
intereses heterosexuales manifiestos.
2. Conducta homosexual en la adolescencia con ausencia de ansiedad
significativa, culpa o conflicto evidente junto con fantasías perversas.
3. Ausencia de relaciones verdaderas de Edipo en cualquier aspecto de la
historia del niño.
4. Fantasías homosexuales sin socialización heterosexual con una actitud
interpersonal tranquila y ausencia de las fluctuaciones emocionales y de
responsabilidad típica de esta edad.
5. Hostilidad hacia sus propios impulsos de la libido y ausencia de sentimientos
sobre sexo.
6. Algún contacto homosexual con el resentimiento a crecer y una tendencia a
suprimir otras demandas del instinto.
7. Persistente contacto homosexual pasada la adolescencia.
8. Relación homosexual con un adulto.
9. Cuando el adolescente afirma taxativamente: “Sé que soy homosexual, lo
siento.”

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